El Mundial de Catar rompió en dos la temporada. Antes, algunos equipos -como el Atlético de Madrid- no daban pie con bola. Ahora, con la Copa del Mundo consumada, el fútbol le permitió a esos clubs que no encontraban su razón de ser trabajar.
Diego Simeone, un trabajador neto, encarriló al Atlético de Madrid. El argentino le ganó la partida a Joao Félix (23). La directiva envió al atacante portugués al Chelsea. Los medios acecharon al entrenador: le adviertieron de una viable "falta de gol" sin el luso. Pusieron su cabeza en bandeja de plata. Él, por su parte, no entró en el juego y levantó de las cenizas a un equipo que muchos daban por muerto.
El Atlético ha marcado 18 goles desde la vuelta de Catar. Sin Joao Félix y con un Griezmann (31) intratable, los colchoneros incluso dejaron atrás algunas dolorosas derrotas y escalaron hasta los puestos de Champions. En la actualidad, el equipo se ubica en la tercera plaza de LaLiga con 45 puntos, producto de 113 victorias, seis empates y cinco derrotas.
El club rojiblanco no es el único que ha mejorado a la vuelta de Catar. El Girona suma 17 goles desde que regresó LaLiga. Con Michel, los catalanes han descatado por disputar mano a mano los partidos del torneo doméstico.
El Barcelona, de hecho, cayó ante el buen rendimiento del Girona en el Montilivi. El problema de los dirigidos por Michel es que, además de marcar goles, reciben en gran cuantía -16-. El Atleti, por ejemplo, solo ha recibido cinco desde que regresó de Catar.
La tranquilidad es un elemento que impregna el partido. El empate de la Real Sociedad ante el Mallorca supone que el Atlético se mantenga en la tercera plaza de la tabla independiente al resultado de este lunes en el Montilivi. El Girona, en cambio, necesita sumar. La pelea por la permanencia se aprieta y más aun después del triunfo del Valencia.