Carlos Sainz (29) brilló el sábado al conseguir el segundo mejor tiempo de la clasificación, sólo por detrás del piloto monegasco, pero una penalización de diez posiciones le condenó a partir desde la duodécima plaza. Tenía motivos de sobra para pensar en la remontada y todo se torció al comienzo, cuando fue víctima (como Fernando Alonso) de un trompo que le hizo caer a los últimos puestos de la parrilla, lo cual no evitó que llegara sexto a meta.

"Ha sido un poco lotería la primera vuelta, con las ruedas frías y con los parches de aceites que había en el interior, antes de la curva 1, este producto blanco... Todos los que hemos empezado por ahí lo hemos recogido y hemos bloqueado, algo que hay que mirar. Eso de que tengamos que pasar por zonas de aceite una hora antes de la carrera, con coches que lo han dejado todo ahí, se debe mejorar para el futuro", argumentó.

Sainz se vio obligado a adaptarse a las circunstancias. Era el momento de bajar la cabeza, como él mismo dijo ante la prensa, y de ir creciendo poco a poco. Lo mejor de todo es que, dado que ocurrió al principio, tenía tiempo y margen suficiente para alcanzar la zona privilegiada. Trató de ir "limitando daños" y entró de lleno en el top 10, superado sorprendentemente por Lance Stroll, una de las grandes sensaciones del día. "No ha ido mal", resumió.

"Esa recta se hace un poco larga. Llegamos muy rápido al final y con ruedas frías hay momentos en los que no sabes si el coche va a parar. Luego, cuando calientas neumáticos, está bien. Para mí hay una curva, la 11 o la 12, en la que se ha chocado Lando (Norris), que es bastante peligrosa. Igual para el futuro hay que recalibrar un poco. El resto, un circuito más de carrera que de 'qualy'", comentó el corredor de Ferrari a propósito del recorrido.