La organización, que se anticipó a la situación con un cambio de programa con el objetivo de "intentar garantizar la máxima acción en pista en las condiciones más seguras posibles", anunció en un comunicado que el sprint no se disputará debido a las precipitaciones. La prueba reina estaba llamada a celebrarse en el cierre del fin de semana, pero los prónósticos eran muy claros y desde MotoGP optaron por cambiar los días para garantizar la cita principal.

Los aficionados que asistieron al Gran Premio de Australia no han podido disfrutar del evento en su máximo esplendor y tendrán que esperar al año que viene para vivir de nuevo toda la acción. El imponente circuito de Phillip Island, con un recorrido de casi 4,5 kilómetros, es una de las plazas fijas del calendario y siempre llega en una fase importante de la temporada, lo que suele darle un evidente plus de emoción si no está ya decidida la pugna por el campeonato.

Apenas pasarán unos días (27-29 de octubre) hasta que los pilotos vuelvan al asfalto. Eso sí, harán miles y miles de kilómetros hasta aterrizar en su próximo destino: Tailandia. Francesco Bagnaia llega más líder respecto a Oceanía e intentará aumentar la ventaja de 27 puntos para revalidar el título y sumar el tercero en la máxima categoría. Eso sí, el italiano sabe que Jorge Martín apurará sus opciones de reinar, que todavía las tiene, antes de hincar la rodilla.

Esta cancelación perjudica al madrileño debido a que pierde una de las bazas que tenía y, por tanto, va a tener menos margen de error si cabe. Le faltó muy poco para recortar distancias el sábado porque, tras adjudicarse una nueva pole position y mantenerse en cabeza con hasta tres segundos de margen sobre Johann Zarco, parecía estar muy cerca de su cuarto triunfo del curso. Sin embargo, la goma blanda perdió fuelle en la última vuelta y se tuvo que conformar con ser quinto.