Ha sido el gran susto de este fin de semana de estreno de la temporada 2023. En la curva 10, mientras seguía la estela de Raúl Fernández y Oliveira, Pol perdió el control de su moto con la mala fortuna de que esta le golpeó en varias ocasiones después de haberse dado en el asfalto con el casco.

La caída fue tan fuerte que se paró la sesión de entrenamientos para permitir la llegada de las emergencias. Después de ser examinado, se tomó la determinación de llevarlo en helicóptero al hospital para hacerle pruebas y seguir su evolución. 

Por fortuna, todo parece haber quedado en un susto y aunque Espargaró está sedado, su vida no corre peligro ni mucho menos. "Tiene una contusión politraumática en toda la columna vertebral. Cervicalmente está bien. Neurológicamente, también. Ha estado consciente en todo momento. También tiene una fuerte contusión pulmonar", ha explicado el doctor Ángel Charte. 

Para aclararlo aún más, el jefe médico de MotoGP insistía en que "mueve perfectamente todo, no hay una gran preocupación en principio". 

Su hermano culpa a las 'alas' de la moto

Era evidente que Aleix, su hermano, había pasado uno de los momentos más complicados de su vida y de su carrera deportiva al ver la caída de Pol. "El problema es que la curva 9, por culpa de las alas y las motos tan bajas, la pasamos a una velocidad que no es ni normal. Todos los circuitos van a quedar pequeños".