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Un Verstappen histórico gana en la locura de Zandvoort con Alonso rozando la 33

César Suárez
Vestappen, en el circuito de Zandvoort
Vestappen, en el circuito de ZandvoortAFP
En una estrombótica carrera en el circuito de Zandvoort, con lluvia, accidentes, banderas rojas y mucha, muchísima tensión, fue el de siempre, Max Verstappen, el que se llevó el triunfo, igualando las nueve victorias seguidas de Vettel. Alonso, segundo, soñó con su victoria número 33, especialmente con la resalida a cinco vueltas para el final, pero no pudo con el neerlandés. Gasly, tras una sanción a Pérez, se llevó la tercera posición. Sainz aguantó el empuje de Hamilton y quedó quinto.

La salida fue espectacular, al menos para Fernando Alonso, que aguantó en la recta su quinta posición y antes del paso por meta, incluso lloviendo, alcanzó la segunda tras una valiente acción ante Norris. 

Pero llovía con tanta intensidad que Pérez y Leclerc, entre otros de la cola del pelotón, decidieron cambiar a neumáticos intermedios. Arriesgado pero acertado porque, cuando entraron los demás a boxes, se quedaron ellos liderando la carrera. 

Imagen de la salida en el GP de Países Bajos
Imagen de la salida en el GP de Países BajosAFP

El agua, sin embargo, terminó desapareciendo de la pista en la vuelta 10 y el carrusel de cambio de ruedas se volvió a activar. Alonso entró antes que los Red Bull y les recortó distancias, situándose ya en podio, a siete segundos de Verstappen y a dos de Checo Pérez, al que su compañero, y su propio equipo, le hicieron un undercut de libro. Eso de tener el enemigo en casa, ya saben. 

Sainz, mientras, intentaba adelantar a Gasly, cuarto, después de que Ferrari permitiera minutos antes que superase sin oposición a Leclerc, con daño en el alerón delantero. 

Un safety car

En la vuelta 17, Sargeant, desastrosa temporada de debut la suya, estrelló su Williams y provocó la entrada de un safety car. Para desastre, también, el día de Leclerc, quien tuvo que abandonar con su dañado Ferrari. 

Desde el adiós del coche de seguridad no hubo casi emoción salvo cuando se miraba el radar para ver si aparecían las nubes otra vez. Se mantuvieron las posiciones de arriba hasta que, en la vuelta 48 entró Pérez para defenderse de Alonso. El asturiano lo hizo en la siguiente, pero la parada fue horrible. Tanto que salió cuarto, perdiendo su privilegiada posición a favor de Carlos Sainz. Su ritmo, en todo caso, era muy superior y apenas tardó dos giros en adelantarle.

Que llueve, que llueve

A falta de 12 vueltas para el final, Sainz perdió su puesto con Gasly, más rápido con su Alpine. Y a continuación llegó la lluvia. Y de nuevo el caos. Fue Checo Pérez el primero en cambiar a intermedios, aunque perdió unos preciosos segundos porque Red Bull no tenía los neumáticos listos. Verstappen y Alonso entraron en la siguiente vuelta y poco después, el mexicano se salió de pista, lo que aprovechó el piloto español para colocarse segundo.

El agua caía con tal intensidad que hasta Verstappen, con parada gratis por la ventaja que tenía, volvió a boxes para poner los de lluvia extrema. Pero Zhou se estrelló, Hamilton hizo aquaplanning, y sin apenas visibilidad en pista, llegó la bandera roja a siete vueltas del final. 

Una minicarrera al sprint

Tras media hora con la carrera parada, por fin se reanudó aunque detrás del coche de seguridad, que se quedó dos vueltas en pista. Es decir, que el triunfo se jugaría en solo cinco vueltas. El orden: Verstappen, Alonso, Pérez, Gasly, Sainz, Hamilton.

Cuando el safety se fue, Max tomó muchas precauciones mientras Alonso no cesó en su empuje, viendo la 33ª tan cerca. Mas no lo pudo alcanzar y tuvo que protegerse de Pérez, que arrastraba cinco segundos de sanción por exceso de velocidad en el pit lane.

Victoria, pues, para Verstappen, con Fernando segundo y Gasly acompañandoles en el podio. Checo fue cuarto por la penalización y Sainz, aguantando estoicamente a Hamilton, quinto.