Los cantos de sirena que le lleva lanzando desde hace meses el PSG no surtieron efecto ni cuando era un jugador libre el pasado verano ni tampoco ahora que tiene dos años firmados con el Barcelona.
Dembélé es un futbolista mucho más maduro que el que deslumbró en el Dortmund y por el que el club azulgrana pagó la friolera de 150 millones de euros. Ahora, el Mosquito, después de mucha irregularidad, se ha convertido en uno de los jugadores más desequilibrantes y decisivos del equipo.
Con Xavi ha anotado ya ocho goles y ha repartido 20 asistencias, el que más ha intervenido en los goles del equipo en todas las competiciones. Esta temporada suma ya seis goles y siete asistencias. Y quiere más. Por eso no piensa en moverse de la Ciudad Condal ni alejarse del Camp Nou.
"Firmé un nuevo contrato hace cuatro meses y estoy contento aquí, soy feliz, me gusta mi vida y quiero seguir trabajando y mejorando en Barcelona", ha asegurado el extremo francés, quien ha añadido que "el entrenador confía en mí y la directiva también. Me gusta la fe que hay y el ambiente que se respira".
Dembélé tiene contrato hasta junio de 2024. Cuando firmó aceptó una enorme reducción en su salario. Si sigue a este nivel, a buen seguro que volverá a negociar al alza su próximo compromiso, siempre, claro, que el Barcelona supere su crisis económica.