La agresividad que impone el Barcelona, los infinitos recursos de los que dispone Antonio Carlos Ortega, la calidad de todos sus jugadores... No hay nadie en el balonmano español capaz de plantarle. 

Lo intentó en esta ocasión el cuadro de Torrelavega, que se mantuvo con opciones hasta bien entrada la primera parte (9-12, min. 20). Incluso cuando llegaron más rotaciones de las habituales, el martillo pilón que es el equipo culé no pudo abrir suficientes distancias y se tuvo que conformar con marcharse 'sólo' 15-19 al descanso.

Pero hasta ahí hubo final. Porque en la segunda mitad Aitor Ariño siguió a lo suyo, enchufando goles y mermando la resistencia cántabra. Ocho minutos después de la reanudación, ya ganaba el Barça de 10. Y sin bajar la guardia, para evitar cualquier ilusión rival, incrementaron esa renta a 12 (19-31, min. 50).

El título ya estaba en el bolsillo y Ortega se permitió dar descanso a algunos jugadores pensando ya en la Final Four de la Champions. El resultado final, 23-36 y un nuevo campeonato, el de la Copa, que sumar a las amplias vitrinas de la sección de balonmano del Barcelona.