Usman Garuba, con los Warriors, ante su penúltima oportunidad en la NBA
El pívot español estuvo a punto de quedarse fuera de la rueda de la liga norteamericana y sólo en el último instante consiguió una franquicia. Y menuda franquicia. El truco está en que no tiene un contrato garantizado con las estrellas y deberá ganarse oportunidades en los Santa Cruz Warriors.
Resulta curioso que todo un campeón de Europa, un internacional de España, hasta el Mundobasket, la mejor selección del planeta, tenga que jugar en una especie de filial otra vez. Pero así funciona la NBA. En Houston no confiaron demasiado en él, perdió incluso el primer año porque ni lo llegaron a conocer realmente. Y después de un segundo curso ya completo con no demasiado protagonismo, fue traspasado a los Hawks, primero, y luego a los Thunder. Sin debutar con ninguno de los dos, su contrato fue rescindido.
Aparecieron los Warriors con ese contrato dual -two way- y en la pretemporada tendrá la posibilidad de demostrar sus cualidades. "Creo que puedo ayudar al equipo poniendo energía, dando energía, esforzándome. Intentando hacerlo lo mejor posible cada día. Y no lo sé, sólo quiero ayudar al equipo a ganar y haré lo que sea necesario", ha declarado Usman Garuba en el Media Day de los de la Bahía.
No lo tendrá sencillo. Es considerado bajo para jugar de 5 en la NBA y no tiene un gran tiro exterior para ejercer de 4. Lo puede suplir con defensa, sí, y a los Warriors les vendría bien un jugador con ese rol y, a la vez, capaz de correr, pero tendrá que hacerlo muy bien para ganarse un sitio en la rotación definitiva.