Michael Jordan se cansa de los Hornets y vende gran parte de sus acciones
Michael Jordan siempre estuvo muy ligado a Carolina del Norte. Aunque nació en el Cumberland Hospital de Brooklyn, el jugador de baloncesto más grande de todos los tiempos se desarrolló en el estado con cuya universidad más tarde ganaría el título de campeón de la NCAA de 1982. Esos lazos le llevaron a comprar en 2010 buena parte de la propiedad de los Charlotte Hornets.
Acometió la operación desembolsando 275 millones de dólares (248 de euros) y ahora, 13 años después, va a vender casi todas sus acciones -mantendrá una parte minoritaria- a Rick Schnall y Gabe Plotkin por 3.000 millones (2.700 de euros aproximadamente). Un movimiento maestro del ’23’ en el terreno de los negocios, donde siempre se ha desenvuelto bien.
No tan bien le ha ido como dueño del equipo, puesto que sólo ha alcanzado los Playoffs en tres ocasiones desde que Jordan se puso al frente del proyecto y nunca avanzaron más allá de la primera ronda.
Michael, seis veces campeón de la NBA como jugador con los Chicago Bulls, echa el cierre a la que sin duda ha sido su peor etapa, a nivel de resultados, en el mundo del baloncesto. En el recuerdo quedará como el primer propietario mayoritario negro de la historia de la liga estadounidense.