Los Nuggets no necesitaron siquiera llegar a la centena para imponerse a los Suns, que fueron incapaces de frenar a Nikola Jokic, que agregó un nuevo doble-doble a su dilatada trayectoria (40 puntos, 16 rebotes y cinco asistencias). Su papel volvió a ser determinante, igual que en el encuentro inaugural (24P y 19R) y en casi todos los que ha disputado durante la presente temporada. Por supuesto, está entre los tres candidatos a llevarse el MVP de la NBA. Compite con Giannis Antetokounmpo y Joel Embiid.

La última vez que Denver no llegó a los tres dígitos fue hace justo un mes, precisamente contra el mismo rival (perdieron por 100-93 en un partido sin el citado Jokic). Esta vez había mucho más en juego, ni más ni menos que el pase a la final de la Conferencia Oeste. Tenía todavía más trascendencia para el equipo de Devin Booker y Kevin Durant, ya que lo afrontaban con cierta necesidad por establecer el empate en la serie, algo que ocurrirá si consiguen ganar en casa los dos próximos compromisos.

El intercambio de golpes fue constante en la primera mitad y hubo que esperar al tercer cuarto para ver una diferencia algo mayor (no más de ocho, 51-59). Sin embargo, un parcial de 10-0 entre ese mismo tramo y el inicio del último provocó que el conjunto anfitrión dominara de nuevo. Y esa situación tan favorable no la iban a dejar pasar con tan poco tiempo por disputarse. Los 12 minutos decisivos se saldaron con un 27-14 que resultó clave para poner el 2-0.

Booker, que fue quien más tiempo estuvo en pista, terminó como el mejor del cuadro visitante (35 de anotación, cinco rebotes y seis asistencias). No falló ninguno de los tres tiros libres y rozó el 50% de acierto en los lanzamientos de campo (14/29), bastante mejor que su compañero Durant, quien se quedó en 24P, 8R y 3A. Lo cierto es que estuvo muy impreciso desde la línea de 6,75 metros (2/12). Eso sí, ningún otro jugador pudo acercarse a los registros del ex de los Nets.

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