La lección la tenía aprendida de casa el Real Madrid. Si no querían tener que repetir en Badalona la gesta de Belgrado y remontar un 0-2, había que frenar a Kyle Guy, el chico de moda. Y se aplicaron en ello y, de paso, en la defensa de la Penya para dejarles 11-2 en los primeros cinco minutos.
La reacción, de la muñeca de Joel Parra (8 puntos en el cuarto), no se hizo esperar, pero Yabusele no estaba por la labor de ceder la ventaja y lideró el primer parcial (22-14) con 12 puntos de su autoría.
El Madrid, sin embargo, no estaba fino en el tiro exterior (2/14). Otra vez. El Joventut, aun sin la aportación habitual de Guy, pero con Andrés Feliz en estado de gracia (13 puntos en el cuarto), endosó un 2-16 que puso patas arriba el Wizink Center. Al descanso, 36-40.
Yabusele, 'y-abusando'
La vuelta a la cancha pareció una reposición del inicio del choque. 10-2 de entrada con el Madrid, y Yabusele, robando, corriendo y reboteando. Los verdinegros se cargaron de faltas en cuatro minutos. Pintaba mal. Pero volvieron a rehacerse, nunca hay que darles por muertos, y a encontrar a los tiradores, especialmente a un Ellenson que sumó 11 puntos consecutivos para volver a liderar (56-59, min. 28). Mandó Mateo, cabreado, a filas a los suyos, los puso en zona y los despertó para llegar al último cuarto por delante (63-59).
Con el Chacho dirigiendo y Rudy defendiendo, el Madrid cogió carrerilla (74-63, min. 33). Y fue la definitiva. Tomic, con una antideportiva y una técnica, fue descalificado (min. 36) y ahí se acabaron las opciones del Joventut, que sufrió una derrota más abultada de lo que mereció (90-73).
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