El Real Madrid mantiene el liderato ante el Tenerife con sufrimiento (80-78)
Real Madrid-Lenovo Tenerife
Hay dudas en el conjunto blanco. Con Chus Mateo, otra vez, y con el nivel de algunos jugadores que parecen agotados, física y mentalmente, cuando aún queda lo más importante por disputar. Pero el dominio abrumador con los que pasaba por encima de sus rivales hace apenas unas semanas, ya es historia.
El Tenerife a punto estuvo de volver a dar un disgusto a la afición del WiZink Center. Lejos de amedrentarse con el ritmo alto que siempre intenta imponer el Madrid, le plantó batalla siempre a pesar de sus malos porcentajes en el tiro (7/34 en triples).
En la primera parte hubo muchas alternativas en el marcador, con rentas muy cortas, y con muchos errores. Mientras los locales acumulaban pérdidas (7), los visitantes eran incapaces de frenar a un desatado Hezonja y de bajar el 60 % en tiros rivales. Marcelinho Huertas no asistía, pero entre Fitipaldo y Fran Guerra se las arreglaron para marcharse al descanso por delante (38-41).
El mal día en el tiro exterior del Tenerife se agudizó en el tercer cuarto (1/9) y contagió al Madrid (0/5). Entonces apareció Poirier con 8 puntos y su intimidación, y Musa y Caseur liderando un 16-4 para escaparse (59-53).
A los últimos diez minutos se entró con 63-59 y, aunque los insulares igualaron, Llull encendió su mecha para abrir otro hueco con un 9-0 de parcial. Parecía que todo el pescado estaba vendido, pero aún se guardaba Vidorreta una caja en la trastienda para remontar y tener un ataque, con 78-77, para ganar el partido.
Jaime Fernández se la jugó en solitario, pero falló. La falta de Kyle Guy en el rebote le dio dos tiros libres a Llull, que los anotó (80-77). Quedaban cuatro segundos justos. Tavares hizo falta para evitar el triple con 2.3 segundos para el final. Abromaitis anotó el primer tiro libre y lanzó a fallar el segundo para buscar el rebote, pero se lo quedó Tavares y con él, la victoria para el Real Madrid por 80-78.
Centro de estadísticas del partido.
Monbus Obradoiro-Valencia Basket
Mucha menos historia hubo en el otro partido dominical, donde el Valencia Basket impuso su físico desde el salto inicial con Inglis, Davies y Ojeleye consiguiendo buenas opciones de tiro. Hasta 10 puntos tuvo de renta en ese primer cuarto el conjuno taronja (14-24).
Antes del descanso, el Obradoiro, que llegó a perder de 13 (30-43) minimizó daños para quedarse por debajo de la decena (40-49) a pesar del buen hacer de López-Aróstegui, con 8 puntos y 14 de valoración solo en el segundo cuarto.
Una buena dinámica de los gallegos que se mantuvo hasta el ecuador del tercer cuarto, cuando se pusieron 50-53. Ahí los taronja aceleraron para huir definitivamente y llegar a acumular 25 puntos de distancia que al final se quedaron en 22 (75-97).
El valencianista Jones, con 22 puntos, fue el máximo anotador del choque. Pustovyi, con 21 puntos y 7 rebotes, fue el líder de los locales.