Con sufrimiento hasta el final, el Madrid ya está en semifinales (71-73)
Había ganas de revancha en el Gran Canaria después de la paliza (105-70) sufrida en el primer partido de cuartos de final. O por lo menos, de mostrar una imagen más acorde a lo que son como equipo. Y ese objetivo sí lo cumplieron. El otro, el de ganar, lo tuvieron en su mano y aún andarán lamentándose.
Los pupilos de Lakovic lo intentaron desde el salto inicial. En el primer cuarto, con el gran inicio de Shurna y de Brussino, autores de los 13 primeros puntos de los suyos, disfrutaron de alguna renta (13-12, min. 5). Fue Campazzo, marcando el ritmo (5 puntos, 4 asistencias), el que hizo que los blancos acabasen esos primeros diez minutos con un favorable 18-25.
Los insulares, con Happ tomando el relevo anotador y neutralizando el efecto Llull, se acercaron de nuevo (31-33, min. 15). Entonces, la máquina blanca volvió a apretar, a dominar el rebote (15 a 8) para borrarles la ilusión y marcharse al descanso con la máxima renta (33-43).
Reacción pío pío desde la defensa
Se notaba falta de agresividad en defensa, apenas siete faltas realizadas en la primera mitad ante los de Chus Mateo. Se lo recriminó Lakovic a sus jugadores en el vestuario y salieron con otra actitud defensiva. Y eso, junto a un 6/9 en triples (dos de Brussino, dos de Shurna y dos de Albicy) fue clave para equilibrar el marcador y soñar, por qué no, con el triunfo (58-58, min. 29). Aunque una canasta de Hezonja les hiciera llegar al último cuarto por detrás.
El Madrid no estaba cómodo, no se esperaba que el rival regresara del abismo y de la forma en la que lo hizo. A punto incluso estuvo de verse por detrás defendiendo un 62-63. Pero su arsenal es tan amplio que, incluso padeciendo, se las arregló para coger aire mientras el aro se encogía a los insulares, que estuvieron tres minutos sin anotar.
Pero cuanto todo el pescado parecía vendido, 64-73, de nuevo los anfitriones tiraron de raza para llegar a los últimos 16.9 segundos sólo dos abajo (71-73) y con 14 de posesión. Slaughter se la jugó con un triple demasiado forzado y luego fueron incapaces de frenar con falta a los madridistas, que se quedaron con esa última bola y con el triunfo.
Shurna, con 19 puntos y 7 rebotes fue el mejor de los suyos. En los blancos, una vez más fue factor clave Tavares con sus 20 de valoración merced a sus 13 puntos y 8 rebotes.
Centro de estadísticas del Dreamland Gran Canaria-Real Madrid.