El base argentino tuvo que ser sujetado por sus compañeros después de ser expulsado tras protestar de forma airada una falta personal no señalada casi al final del choque en Múnich. Se lo llevaban los demonios.
La frustración pudo con un Facundo que recibirá por su comportamiento, como mínimo, una sanción económica. No se espera en el seno del conjunto blanco que haya alguna otra penalización mayor, pues lo consideran como un lance del encuentro en el que su jugador se excedió en las protestas, pero que gracias a la intervención de sus compañeros no fue a más.
En todo caso, la reacción de Campazzo es una muestra más de la impotencia con la que los de Chus Mateo han comenzado la temporada, donde sólo han sumado el triunfo ante el Barça en las semifinales de la Supercopa. Después llegaron las derrotas frente al Unicaja en la final, ante el recién ascendido Leyma Coruña en el estreno de la ACB, y la cosechada ante el Bayern en el de la Euroliga.