Archivado el caso de las reuniones secretas de Infantino y un fiscal suizo
"La sospecha de instrumentalización del Ministerio Público de la Confederación Suiza por la FIFA no ha sido fundamentada durante una investigación profunda. Al contrario, las sospechas han sido refutadas", escriben Hans Maurer y Ulrich Weder, en un comunicado.
La FIFA por su parte compartió "su extrema satisfacción" por ver el caso cerrado, preguntándose por qué ha llevado tanto tiempo limpiar a Infantino de toda sospecha en este caso.
"La nueva FIFA es hoy una organización limpia, bien gestionada y sólida, que opera conforme a las normas éticas y de gobernanza más elevadas", indicó el organismo que gestiona el fútbol mundial.
Infantino celebró una "victoria completa y clara" para él, "para la nueva FIFA y para la justicia".
Gianni Infantino estaba investigado desde julio de 2020 por "incitación al abuso de autoridad", "violación del secreto de función" y "trabas a la acción penal".
Michael Lauber era sospechoso de abuso de autoridad, violación del secreto de función y de favoritismo, y fue obligado a dimitir en 2020.
La justicia investigaba las reuniones secretas que Lauber tuvo entre julio de 2015 y junio de 2017 con el presidente de la FIFA y con otros representantes de la Federación Internacional, mientras estaba abierta una investigación sobre las condiciones en las que fue concedida la sede del Mundial de 2022 a Catar.
Esas reuniones, reveladas en 2018 por 'Football Leaks', nutrieron las sospechas de colusión entre la fiscalía y la FIFA.
Por su parte, la justicia interna de la FIFA había decidido archivar el caso en agosto de 2020 por "la evidente ausencia de pruebas concernientes a cualquier presunta violación del Código de Ética".
Gianni Infantino, en el puesto desde 2016, fue reelegido en marzo para cuatro años más al frente de la organización que gestiona el fútbol mundial.
Michael Lauber dimitió como Fiscal general de la Confederación en agosto de 2020 después de las críticas del Tribunal Penal Federal. La Comisión Judicial del Parlamento suizo había abierto un procedimiento de destitución antes de que Lauber presentara su dimisión.