Análisis: Brasil llega a Catar como un claro favorito para conquistar la Copa del Mundo

Para un equipo cinco veces campeón del mundo, 20 años sin la Copa es mucho tiempo. Por lo tanto, el sexto campeonato es el único objetivo de Brasil en Qatar. Si la misión vuelve a fallar, será el peor rápido de la Selección en el torneo, empatado con el período entre 1970 y 1994.

A pesar de la presión, la confianza en el título es alta. La obra de Tite, que ha durado seis años, es sumamente sólida. Y el plantel, que ofreció pocos talentos ofensivos consolidados además de Neymar en 2018, ganó grandes alternativas a la estrella del equipo, como Richarlison, Raphinha, Vinícius Júnior y Antony.

La selección brasileña está invicta desde la derrota en la final de la Copa América 2021, con 12 victorias y tres empates. La falta de enfrentamientos con selecciones europeas, sin embargo, deja un asterisco en los excelentes números. En todo el ciclo de Qatar, Brasil tuvo un solo rival del continente: la República Checa, en un partido amistoso que se disputó en Praga y que terminó, además, con victoria brasileña.

Y son precisamente las selecciones europeas las que suponen el mayor escollo de Brasil en la zaga por la sexta. La victoria contra Alemania en la final de 2002 fue la última en un partido eliminatorio contra un equipo del continente. Desde entonces, la Selección ha quedado eliminada de la Copa nada más enfrentarse a un europeo en un partido de vida o muerte.

Fortalezas

La sintonía lograda por la selección brasileña desde la llegada de Tite es una de las grandes bazas en la búsqueda de la sexta estrella de la camiseta. La columna vertebral formada por Alisson, Thiago Silva, Marquinhos, Casemiro y Neymar apenas es superada por ningún otro favorito al título, especialmente después de las ausencias de Francia.

La solidez defensiva, marca del primer ciclo del técnico, sigue en evidencia: sólo cinco goles encajados en los últimos 15 partidos. Y si en 2018 había desconfianza sobre la capacidad ofensiva de cara a los baluartes, ahora hay pocas dudas, con opciones variadas y con talento en el mediocampo: Neymar, Vinícius Júnior, Richarlison, Rodrygo, Pedro... No en vano, llamó Tite hasta nueve delanteros entre los 26 convocados.

En situaciones adversas que seguramente se presentarán en Qatar, el técnico puede cerrar los ojos y elegir desde el banquillo a alguien capaz de cambiar el juego. A diferencia de 2010, 2014 y 2018, cuando Brasil carecía de reservas que tendrían un impacto inmediato al entrar al campo.

Debilidades

Los laterales son, sin duda, la mayor preocupación de Brasil en Qatar. La escasez del sector quedó expuesta con la convocatoria de Daniel Alves, de 39 años, ya lejos de la élite del fútbol mundial. El titular por derecha Danilo ha sido más defensor que lateral en la Juventus; a la izquierda, Alex Sandro también ha estado experimentando con su nueva posición en su club.

Además de desentonar con el nivel del resto de titulares, la dupla puede que no sea la mejor para hacer lo que Tite pide a los laterales de su equipo: construir por dentro. Y fue precisamente por la calidad en este sentido que el técnico convocó a Dani Alves, aún con toda la polémica en torno a la decisión.

Y aunque el sistema defensivo tiene grandes números, la alerta está por el juego aéreo. De los últimos cinco goles encajados por la selección, tres fueron de entradas en el área. La posible fragilidad se puede evidenciar enseguida en el debut, ante una Serbia con muchos jugadores altos.

XI Ideal

Alisson; Danilo, Thiago Silva, Marquinhos y Alex Sandro; Casemiro, Fred, Raphinha, Neymar y Lucas Paquetá; Richarlison.

La elección de jugadores apunta a un 4-3-3, pero los últimos partidos de Brasil apuntan a un 4-2-3-1, con Neymar en el rol de camiseta 10 y Paquetá por la izquierda. Independientemente de las posiciones, la seña de identidad del ataque es el intenso movimiento entre jugadores, más aún con Richarlison como móvil 9.

En la fase ofensiva, el equipo debe formar un 2-3-5, con Fred acercando al cuarteto ofensivo para crear superioridad numérica en el campo rival. Los laterales, por su parte, se sitúan más atrás, junto a Casemiro. Sin balón, la tendencia es a un 4-4-2, con Neymar más suelto delante.

Tite, sin embargo, ya ha probado variaciones para el sistema de juego. Si opta por Éder Militão en lugar de uno de los laterales, el equipo estará a tres cuando tenga el balón.

Las principales disputas

Al observar el probable once inicial de Brasil para la Copa, se hace necesaria una pregunta: ¿En dónde está Vinícius Júnior? Aunque es uno de los mejores jugadores de la actualidad, todavía no se ha consolidado en la selección nacional, con un solo gol en 16 partidos.

Su principal rival, en teoría, es Raphinha, pero el jugador del Barcelona ha dado pocas razones para dejar el once titular de Tite desde que asumió el cargo, con cinco goles en 11 partidos. Si hay huecos en Qatar, sin embargo, difícilmente Raphinha mantendrá el puesto, ya que nadie cuestiona la superioridad técnica de Vini Jr. Otra opción para destinar al lateral del Real Madrid es ceder a Fred o Paquetá, dejando al equipo súper ofensivo.

En defensa, Danilo ha sido titular absoluto por falta de competencia, pero no se descarta una posible entrada de Militão en su vacante. Aunque a nivel de clubes el jugador del Real Madrid no juega por la banda desde su etapa en el Oporto, Tite ya le ha probado allí en alguna ocasión, y podría repetir dosis en Qatar.

La previsión de Flashscore.es 

Los corredores de apuestas y los especialistas creen: Brasil es favorito para el título mundial. Para confirmar este estatus, el equipo tendrá que mostrar fuerza de inmediato, con duros oponentes en el grupo: Serbia y Suiza, que ya aparecieron en el grupo de 2018.

Y a diferencia de las últimas cuatro Copas, los octavos de final ya deberían poner una cantera por delante, con Portugal y Uruguay como posibles rivales. De ahí en adelante, la trayectoria brasileña en Qatar debería tener solo gigantes, y un camino probable hacia la final tiene a España en cuartos de final y Argentina en semifinales.

Para ganar finalmente el ansiado sexto, es necesario acabar con el incómodo ayuno ante los europeos en los octavos de final. Al equipo de Tite le sobra calidad para eso y tiene todo para volver a poner a Brasil en la cima del mundo.